martes, 20 de julio de 2010

El día de ayer...

El calor hacía acto de presencia ya a primera hora de la mañana. No corría ni la brisa. Se auguraba día de calor.
Como cada día, la música suena a las 08:30 y, poco a poco, las pilas van recargándose. ¡Muy poco a poco! Bueno, para los acampados, porque los monitores no perdonan el bailecito de la mañana mientras lo chicos miran asombrados pensando…¡a saber qué piensan de unos cuantos locuelos que tales horas de la mañana, y después de pocas horas de descanso, ya tienen ganas de marcha!

Tras nuestro contundente desayuno y un buen lavado de dientes, todo el mundo a recoger sus cabañas. Las “marujas del vecindario” y dos importantes ejecutivos en busca de una buena cabaña en la que invertir, se iban a encargar de valorar nuestro orden y nuestra limpieza.

Mientras tanto, las mangueras comenzaban a funcionar. Regamos todos los campos de juego y las dejamos preparadas para que en los descansos de las actividades todos pudieran refrescarse.

Los mayores tuvieron jornadas de liga. Los pequeños, juegos por equipos: “Quidich”, “Minihockey” y “Ultimate”. Antes de comer todavía les dio tiempo a participar en un “Rally” por equipos. Los medianos disfrutaron de una mañana de actividades multia-ventura: tirolina, pull, pasarela, bicicleta de montaña y tiro con arco.

Cómo no íbamos a llegar con hambre a la comida y una vez más, casi nos comemos hasta el plato. Esta vez, ensalada de pasta, lomo adobado con patatas y melocotón en almíbar.

Los peques, como… “¡no descansan!”, retomaron “el reto de la pirámide” nada más terminar de comer. A las 16:00, había quedado con Víctor para unas primeras instrucciones de cómo moverse en el Parque de Cuerdas. A las 16:30 se repartían en dos grupos: un de ellos salía en ruta de bicicleta y los otros a disfrutar de la tirolina y demás atracciones de nuestro parque. Algunos tuvieron que esforzarse para vencer “el miedo” pero al final mereció la pena y todos querían repetir una y otra vez. ¡Menudos bichos! Después de tantas emociones, algo de de concentración para acertar con la flecha en el centro de las dianas y realizar un taller de dibujo con ceras blandas para elaborar unos cuadros con los que decorar las cabañas.

En otro lado del campamento el grupo de medianos celebraba su jornada de liga y para terminar la tarde, partida de “Water-Chess”, un juego de ajedrez humano donde la única forma de “comer” al contrario es mojándolo…

¿Dónde estaban los mayores? ¡¡En la piscina!! Nooooooo, no seáis mal pensados. No estuvieron tumbados al solecito mientras el resto sudaba las camisetas en el campamento…Con esa peaso de cordi y el equipazo de monis, incansables todos y con más ganas de campamento que los propios acampados, fue la tarde de “los mil juegos acuáticos”. En la puerta nos dijeron que el socorrista casi les tiene que obligar a salir del agua…

Todos duchados, limpios y aseados, a cenar. Una ensaladita campera, filete con pisto y yogurt, y…”qué repita quien quiera ¿eh?”, nos dicen desde cocina.

Repuestas las energías, medianos y pequeños ponían a prueba su ingenio en una velada conjunta : “Velada Mcguiver”. ¿Cómo saldríais vosotros de una isla con un cepillo de dientes, un tornillo y unas gafas de sol?

¿Dónde están otra vez los mayores? Terminando de preparar sus mochilas. La noche la iban a pasar fuera. Les tocaba marcha nocturna, la primera fase de una marcha “larga” que les mantendrá dos días fuera del campamento (pero cerca, no os preocupéis). Llenas las cantimploras, bien atados los cordones, ajustadas las mochilas, linternas preparadas….¡adelante chicos! Dirección: ¡un hotel de mil estrellas para pasar la noche!.

Y no veáis qué noche. Rasa. Con las estrellas brillando como nunca. La luna, en creciente, alumbrando los caminos. Y una temperatura inmejorable. ¡Ah! Y todos con una sonrisa en la boca. ¡Increíble! Lástima no irnos todos juntos. En fin…a disfrutar por los que nos quedamos.

Ya veis. Todo marcha mejor imposible. Y los obstáculos, imprevistos, problemillas que surjan, pues los resolvemos entre todos y con maestría. Para eso somos….¡¡¡UNA PIÑA!!!

Besos.


P.D.: Os adivinamos el pensamiento si decimos “¿qué pasa con las fotos?” Todo se reduce a problemas del directo: es lo que tiene no estar rodeado de antenas. ¡Y qué bien estamos! Llegarán, y nos veréis. Tened paciencia.

Otra P.D.: Esos monis currantes que desde la distancia nos echan de menos…¡ya queda menos! Y pensad que cuando lleguéis, no os pensamos dejar marchar. Diego, Mery, Lola, Laura,…qué deciros. Pues una vez más, GRACIAS, por toda la fuerza que nos llega a pesar de la distancia.

Y eso abuelos, padres, madres, hermanos, primos, de los acampados…¡qué pasa que no nos escriben! Mira que preparamos la tirolina sin freno para cuando lleguéis….

Más besos.

2 comentarios:

  1. no le quiteis el freno que sino ya no volvemos más!
    besos para todos y en especial para los mayores
    animo campeones

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  2. La marcha nocturnaaaaaa jooooo yo también quiero, queremos marcha marcha. que máquinas que son mis mayores :). muxus¡¡¡¡

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